Parroquia del Padre Jesús de Petatlán

Petatlán es un lugar privilegiado donde, por medio de un signo, la preciosa Imagen del Padre Jesús de Petatlán, el amor del mismo Dios, se manifiesta como consuelo y salud para sus fieles. Personas de todo el país vienen cada año a visitar la parroquia del Padre Jesús de Petatlán, el santuario rodeado de jardines y ubicado sobre una colina, emerge poderoso entre los árboles para dar alivio y esperanza a quienes lo visitan. 

Las festividades se llevan a cabo en el mes de Agosto; siendo el 6 de Agosto la festividad del Padre Jesús de Petatlán en donde desde las primeras horas del día el templo se encuentra lleno de fieles para cantar las mañanitas a su santo. La feria llega al pueblo y se establece durante 15 días así como un largo tianguis de artículos y comida que da un sentido de fiesta todos los días.

Historia de Padre Jesús de Petatlán, Gro.

La imagen de Nuestro Padre Jesús de Petatlán, Gro. por su estilo plástico y acabado artístico es: Perfil espigado, sus Ojos penetrantes dulcemente tristes que ansiosos miran a quien está enfrente, su Boca bien delineada como si empezara a musitar una frase de ayuda para poder llevar la cruz, mientras la Mano derecha se apoya en el suelo y la izquierda sostiene el madero, su larga Barba rizada y partida en dos, los Pómulos mostrando las magulladuras de golpes, la sangre bañándole la Frente, y caído con las Rodillas en el piso sobre la vía dolorosa.

La llegada de Padre Jesús a Petatlán se desconoce, quedando rodeada de leyendas. Pero lo que es cierto, es que la preciosa Imagen es venerada por toda la región, constituyéndose su fiesta en una de las mas importantes de la Provincia Eclesíastica de Acapulco.
Durante la novena, los diversos gremios de la ciudadrealizan peregrinaciones, y miles de turistas, tanto nacionales como internacionales, se acercan al Santuario a venerar la Sagrada Imagen.

En el culmen de la peregrinación, los devotos suben por unas escalinatas en la parte posterior del altar mayor, de manera que se pueden acercar a tocar el manto de la Sagrada Imagen para invocar los favores del cielo.

Un precioso himno compuesto por el querido Padre Goyito dice en su letra: “Del padre eterno Verbo, humanado por nuestra salvación, Padre Jesús: ¡danos fuerza y valor!”
Fuerza y valor es lo que el pueblo sencillo pide ante esta Sagrada Imagen, en medio de un mundo convulso y sangriento, para que la reconciliación y la paz llegue a todos los corazones, y la Iglesia como espacio donde todos aún creen, esperan y aman, sea levadura de un mundo transfigurado.

Historia católica de Petatlán

La historia dice que los habitantes de Petatlán fueron evangelizados por el Fraile Agustino Juan Bautista Moya, quien en 1550 congregó a los indígenas y fundo el pueblo.

La Parroquia de San Pedro Apóstol: No se tiene una fecha exacta de la fundación de la Parroquia de San Pedro Apóstol, pero aparece ya como doctrina secular en 1571. Posteriormente, la inmensa devoción a la singular Imagen de Padre Jesús, ha suplantado a la devoción a San Pedro Apóstol, hasta casi ser olvidado. En sus inicios, la jurisdicción perteneció a la Diócesis de Michoacán, posteriormente pasó a la Diócesis de Chilapa. En 1959 con la fundación de la Diócesis de Acapulco pasa a formar parte de ella. La antigua parroquia de Petatlán dedicada a San Pedro Apóstol, era un templo modesto, construida en un ligero promontorio.

En el año de 1942 los repetidos sismos producidos por la erupción del volcán Paricutin le causaron daños de consideración, lo que ocasionó que se construyera un nuevo templo. Este trabajo de construcción moderno iniciado en el año de 1948 duro 7 años para concluirse, estuvo a cargo del Sr. Cura Gregorio M. Bello, bajo la dirección técnica del Arquitecto José C. Pedroza y el Maestro Margarito Juárez.

Terminado el Templo Parroquial fue solemnemente consagrado por Monseñor Alfonso Toriz Combian, Obispo de Chilapa, el día miércoles 22 de Enero de 1958. La Iglesia resultó de dimensiones modestas con un amplio atrio y grandes jardines. El Santuario fue modificado como lo conocemos hoy, con la remodelación que se vio concluida el día 7 de diciembre de 1990, fecha en la que es nuevamente consagrado por Monseñor Rafael Bello Ruiz, Arzobispo de Acapulco.

Parte de los textos autoría de Lic. Juan Carlos Flores Rivas

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